Dir. Sanne Vogel | Holanda | 90 minutos
Titulo original: Hartenstraat
Sinopsis: Daan es un padre soltero y dueño de una tienda de alimentos selectos quien intenta encontrar el amor a través de las citas online. Katje, una hermosa y altanera diseñadora de modas abre una tienda de alta costura en la misma calle donde trabaja Daan; sus personalidades se repelen instantáneamente. Saar, la hija de Daan, ama a los cisnes y el hecho de que pasen toda su vida con una sola pareja y ve a su padre como un cisne en busca de su compañera de vida. Después de varias citas desastrosas, Daan parece haber encontrado a la mujer perfecta en la red, sin embargo cuando se da cuenta de quién es realmente no resulta ser de su total agrado.
Cuando de comedias románticas se trata me es imposible decir no, y más cuando se trata de producciones que no pertenecen a la fabrica hollywoodense, no obstante tampoco podemos pedirle peras al olmo, el género es lo que es y más nos vale tener presente que ya todo está inventado.
Quisiera decir que Hartenstraat es una película que se sale de los convencionalismos, que innova y nos propone cosas nuevas, pero la verdad es no sólo no lo consigue, sino que además toma los estereotipos de siempre y los plasma de manera intacta en la pantalla. Si, es más de lo mismo.
Una película puede ser sencilla en su temática, lineal en su estructura, e incluso puede valerse de clichés, siempre y cuando estén bien aplicados, lo que ya no funciona es cuando un guión parece estar escrito en una tarde después de una sesión continua de ocurrencias, en el cual además parece haber toda clase de elementos que subestiman al espectador y terminan por convertirse en su propio enemigo, restándole credibilidad a la propuesta y privándolo de las pocas oportunidades que tenía para conseguir la conexión esencial con el público.
¿A quién la recomiendo? A todo aquel que no se quiera complicar la existencia y tenga expectativas moderadas con respecto a lo que recibirá como espectador. Vale la pena sentarse 90 minutos a ver está comedia romántica siempre y cuando lo vea como el producto de entretenimiento que es, sin embargo si usted tiene algo mejor que ver le recomiendo que mejor opte por esa opción.
Por Jonathan Mata Richardson
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