Reseña | La isla mínima (2014)


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Dir. Alberto Rodríguez / España / 105 minutos

En una España de principios de la década del 80, dos detectives de ideales muy opuestos son enviados de Madrid a un remoto pueblo costumbrista para investigar la desaparición y muerte de dos jóvenes hermanas. Conforme avanza el tiempo los detectives van recopilando retazos de información que los van acercando poco a poco a su objetivo, sin embargo el hecho de encontrarse prácticamente privados del respaldo de sus superiores y el propio hermetismo de un pueblo con intereses muy propios terminan por obstruir su labor.

La isla mínima está sustentada en una formula muy sencilla (y común) del thriller policíaco: junta a dos detectives con ideas y/o métodos incompatibles, mételos en un automóvil y ponlos a resolver un problema. Funciona para cualquier género y cualquier tono. Ahora, que sea simple no significa que esté mal, al contrario, si se explota como se debe, el resultado es mantener al espectador atento y en suspenso, y La isla mínima lo hace maravillosamente. Que nos evoca a True Detective, también es verdad, sin embargo la propuesta de HBO está cimentada de la misma manera, policía bueno y policía malo resuelven un misterio, punto. La ambientación es sin duda el mejor aliado para esta historia, un pueblo hostil y modesto en apariencia que es capaz de camuflar sus ambiciones reales. Esta cinta es una intriga de principio a fin, independientemente del crimen en sí, vemos ir y venir a un par de detectives que no sabemos si son en realidad lo que aparentan o lo que se dice de ellos. Aún siendo parte de un sinfín de películas que comparten las viejas fórmulas del thriller policíaco, veo en La isla mínima un posible clásico moderno de este género para el cine en español.

Por Jonathan Mata Richardson

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