Dir. Jean-Pierre Améris / Francia-Bélgica / 80 minutos
Titulo original: Les émotifs anonymes
El miedo y el amor son emociones definitorias en la vida de todo ser humano, pero ¿qué sucede cuando ambos interfieren?.
Angélique es una mujer apasionada por el chocolate, pero tiene bastantes problemas para desempeñarse como chocolatera profesional por su extrema timidez. Durante su tiempo libre asiste a un grupo de apoyo donde comparte sus experiencias con personas que sufren de su misma condición, los cuales se escuchan y aconsejan en base a su sentir. Angélique se arma de valor para solicitar empleo en una fabrica de chocolate que cuenta con una vacante, sin embargo al llegar a la entrevista se entera de que el empleo es como promotora y no como chocolatera. La entrevista la realiza el dueño de la empresa, una figura que inmediatamente le parece imponente, motivo por el cual toma el empleo al no tener el valor suficiente para rechazarlo, pero lo que no sabe es que el hombre que le hace la entrevista sufre de la misma imposibilidad que ella para relacionarse con naturalidad. Jean-René es un hombre maduro que comparte con Angélique la pasión por el chocolate, y aunque ambos tienen el temor de acercarse entre si, no tardará mucho en surgir el amor, aunque lo difícil será precisamente vencer la enorme barrera de la timidez.
Les émotifs anonymes es una comedia romántica que no se complica en absoluto, jamas pretende ser algo que no es, los personajes irradian una ternura permanente que la vuelven bastante cómoda de ver. La temática del chocolate es el marco perfecto para contar este tipo de historias, le aporta bastante calidez a la atmósfera, ademas de convertirla en una obra irresistible para los que disfrutamos enormemente de las películas que involucran temas culinarios. Tímidos anónimos es la recomendación perfecta para ver en pareja una tarde nublada (soy un romántico irremediable).
Por Jonathan Mata Richardson
CinePárrafos 