Reseña | Angry Birds: La Película (2016)

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Dir. Clay Kaytis & Fergal Reilly | Estados Unidos | 97 minutos

Sinopsis: Basada en la saga de videojuegos «Angry Birds», la historia se desarrolla en una isla poblada enteramente por aves felices que no vuelan… o casi enteramente. En este paraíso, Red, un pájaro con problemas de mal genio, el veloz Chuck y el volátil Bomb nunca han terminado de encajar. Pero, cuando la isla recibe la visita de unos misteriosos cerdos verdes, tendrán que ser estos insólitos marginados los que descubran qué traman esos cerdos. (FILMAFFINITY)

Decir que no tenía expectativa alguna sobre este estreno sería mentir, porque si soy muy honesto, siento el deseo de ver cualquier película animada que llegue a las pantallas, sin embargo, en este caso, entré a la proyección esperando muy poco y salí, precisamente, recibiendo apenas lo justo.

No hace falta ser un experto en cine y/o videojuegos para saber que esta adaptación trataría sobre dos cosas principalmente: el manejo de la ira y la batalla entre aves y cerdos. Está bien, tampoco hace falta ir más lejos de ahí, a mi parecer existen variantes de sobra para construir una trama interesante alrededor de ambos aspectos, sin embargo, una vez que se terminan de sentar esas bases hay muy poca efectividad para dar el siguiente paso en la trama, y si le añadimos que los grandes momentos ya los vimos en el trailer, tampoco tenemos mucho espacio en el cuál movernos.

Angry Birds es un filme que me hizo inclinar constantemente hacia dos principales ideas: uno, esto es algo que sólo un niño puede disfrutar, y dos, dudo que esto le llegue a hacer gracia al propio público infantil. Porque a mí ni la una ni la otra, y no hablo de chistes con doble sentido (que en el doblaje para latinoamérica están implícitos), es más una cuestión de ritmos en el humor, hay algunos chistes que simplemente, o se repiten hasta la saciedad o sólo provocan un intento de risa que se ahoga ipso facto.

La verdad es que dentro de las cosas que nunca esperé que salieran mal es el diseño de los personajes, me sigue costando trabajo asimilar que las aves en el juego de video consigan tener una personalidad más fuerte que en la propia película, y es que además de los tres protagonistas, estamos ante un montón de pájaros que no se diferencian en cuanto a carácter los unos con los otros, es más, los cerdos verdes -que sí son idénticos entre sí- consiguen un efecto más potente en el espectador, y por qué no, son casi más entrañables al final del día.

¿Recomiendo el visionado de Angry Birds? Probablemente en formato casero, y es que no veo motivos suficientes para invertir en una ida al cine para presenciar una producción cuya animación es buena a secas, con personajes -irónicamente- descoloridos, para además ver una historia que prácticamente podemos deducir directamente jugando con el celular. No estamos ante una mala cinta, lastimosamente es peor, estamos ante un filme simplemente intrascendente. Angry Birds, una película que no supo volar.

Por Jonathan Mata Richardson

(Ver trailer)

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