Reseña | The Guilt Trip (2012)


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Dir. Anne Fletcher | Estados Unidos | 95 minutos

Sinopsis: Andy Brewster es un inventor que vive en Los Ángeles y que acaba de crear un limpiador respetuoso con el medio ambiente que, está seguro, causará sensación entre los compradores. El problema es que aún no ha encontrado a ninguno que esté interesado en su artilugio. Así las cosas, Andy decide desplazarse a diferentes lugares del país para promover su invento y no irá solo, porque le propone a su madre que lo acompañe. Ésta se encuentra bastante deprimida desde que perdió a su esposo, así que Andy tiene la idea de pasar por San Francisco donde vive uno de sus ex. Un viaje de negocios que, además de servir para difundir el producto, servirá para estrechar los lazos entre madre e hijo. (FILMAFFINITY)

Cuando de road movies se trata no hay realmente mucha tela de dónde cortar en lo que se refiere a la estructura narrativa, uno o varios personajes emprenden un viaje que servirá como metáfora para lograr el entendimiento de cierta idea, punto. La diferencia entre una buena y una mala película de esta clase termina haciéndola el origen del personaje, sus motivos para moverse de donde está y la propia evolución alcanzada.

The guilt trip utiliza la fórmula de fórmulas, dos personajes absolutamente opuestos tienen que completar una tarea gracias y a pesar de la compañía del otro. Aquí, un treintañero trata desesperadamente de abrirse paso por la vida profesional, pero al ir en busca de otra oportunidad se ve «atrapado» en un viaje de carretera junto a su madre, quien además de poseer una personalidad absolutamente contradictoria a la suya, representa la falta de aprobación de la sociedad hacia él y sus ideas.

Aún cuando la película es terriblemente predecible desde que comienza evita en la medida de lo posible caer en el sentimentalismo clásico de las películas sobre la figura materna, y si, el filme tiene sus momentos formales y reflexivos, sin embargo no se revuelca entre la miel y mantiene ese espíritu, ya de por si atípico, generada por la relación madre-hijo que vemos en pantalla.

No negaré que por momentos me reí bastante con esta comedia, aún cuando jamás le compré a Seth Rogen el papel del hijo modelo, sin embargo le voy a adjudicar el efecto de las risotadas al hecho de que vi la película en compañía de mi propia madre, por lo que no estoy tan seguro de que el cometido original de este filme se hubiera dado de haberla visto solo o con alguna otra persona. En todo caso, la recomendación principal que yo haría es que de ser posible, la experiencia se compartiera con nuestra progenitora.

The guilt trip no es más que una película para pasar el domingo, es divertida hasta donde le alcanza, medianamente entrañable, y muy poco original en su propuesta. Aún así, como ya dije en el párrafo anterior, si le piensas dar una oportunidad a esta comedia será mejor que tengas a tu señora madre como invitada de honor, de otra manera lo considero casi una pérdida de tiempo.

Por Jonathan Mata Richardson

(Ver trailer)

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