Dir. Xavier Dolan | Canadá | 96 minutos
Titulo original: J’ai tué ma mère
Sinopsis: Un adolescente desarrolla poco a poco un odio visceral hacia su madre, una mujer muy pasiva que le transmite sentimientos de culpa. Todo en ella le resulta irritante, desde su comportamiento vulgar hasta su mal gusto en el vestir. Pero, por mucho que el chico la cubra de reproches, ella o finge indiferencia o se limita a afearle su conducta. (FILMAFFINITY)
No me pienso pasar la vida reseñando las películas de Xavier Dolan y señalando el tema de la edad de su realizador, porque queda más que claro que el fenómeno Dolan además de ser una bocanada de aire fresco para el cine en general representa la visión de una nueva generación de directores cuya principal preocupación radica en no repetirse.
J’ai tué ma mère deja bien puestos los cimientos de las posteriores entregas del director quebequés exhibiendo sus inquietudes temáticas y estéticas, y en la que muestra un excelso dominio de la puesta en escena. Aunque por momentos tengamos una trama reiterativa, terminamos asumiendo que la constante repetición es parte de la inestabilidad misma de los personajes y de la propia relación amor/odio entre ellos, no obstante sí se vuelve emocionalmente cansado para el espectador.
Si bien Yo maté a mi madre está lejos de ser una película perfecta tiene todos los elementos necesarios para ser el estandarte de toda una generación de cineastas independientes que buscan darle salida a las múltiples ventajas de los formatos digitales, y cuyo propósito actual es posarse ante los ojos del mundo compitiendo con los cientos de miles de aspirantes que comparten una meta.
¿A quién la recomiendo? A todo aquel que piense que las películas independientes (tirando a caseras) no pueden ser interesantes, sí que vale la pena.
Por Jonathan Mata Richardson
CinePárrafos 
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